SEÑORA DE HERMOSURA

Señora de hermosura,
por quien yo espero perderme,
¿Qué haré para valerme
de este mal que tanto dura?

Vuestra vista me causó
un dolor cual no pensáis
que si no me remedíais
moriré cuidado yo.

Yo creo que mejor fuera
el morir cuando nací,
que no que siempre dijera
por venceros me vencí.

Y si vuestra hermosura
procura siempre perderme,
no pienso poder valerme
de este mal que tanto dura.

Que si vuestra hermosura
del todo quiere perderme,
no podré triste valerme
de este mal que tanto dura.